
Movimiento
Art Decó
1900–1945
Artista
Ilustrador visionario que fundió el neoclasicismo con el Art Decó y una imaginación desbordante.
1870–1966
Maxfield Parrish fue un maestro de la ilustración estadounidense, conocido por su estilo fantasioso, su técnica de glaseado y su uso saturado y sofisticado del color. Su obra marcó profundamente el imaginario visual del siglo XX.
Detalles e información de algunas de las obras más representativas del Maxfield Parrish. Para más información sobre obras, artistas y movimientos en Historia del Arte y Wikipedia.
Maxfield Parrish nació en 1870 en Filadelfia, hijo del también artista Stephen Parrish. Desde muy joven mostró interés por el arte, desarrollando un estilo único que combinaba romanticismo, precisión técnica y un extraordinario dominio del color. Estudió en la Universidad de Pensilvania y luego en la Academia de Bellas Artes, siendo discípulo del célebre ilustrador Howard Pyle.
Su carrera despegó en el cambio de siglo, gracias a colaboraciones con revistas como Scribner’s, Harper’s y Collier’s, donde brilló como ilustrador. A lo largo del tiempo, desarrolló una técnica basada en capas de pintura traslúcidas y barniz —el glaseado— que daba a sus obras un brillo y profundidad inconfundibles.
Parrish no se limitó al arte comercial. Su imaginario, poblado de cielos azul cobalto, montañas iridiscentes y figuras idealizadas, creó una iconografía utópica y eterna. En su tiempo de mayor popularidad, se estimaba que una de cada cuatro casas estadounidenses tenía una imagen suya.
Murió en 1966, dejando una obra que fusionó tradición clásica, sensibilidad moderna y un toque casi psicodélico.
Parrish vivió en una época de transición entre los siglos XIX y XX, cuando el auge de la prensa ilustrada y la cultura de masas abría nuevos caminos para el arte. La estética Art Decó, el neoclasicismo tardío y las primeras manifestaciones del diseño gráfico moderno influyeron en su producción. Estados Unidos se consolidaba como potencia cultural y Parrish fue una de sus caras más populares.
Formado en un entorno artístico gracias a su padre, fue discípulo de Howard Pyle, figura clave de la ilustración norteamericana. Su arte bebe tanto del clasicismo académico como del romanticismo inglés y el simbolismo. La proporción áurea, el uso simbólico del color y una composición armoniosa fueron elementos fundamentales en su obra.
Su estilo es inmediatamente reconocible: saturación cromática, paisajes irreales, figuras idealizadas y una atmósfera que oscila entre lo onírico y lo sublime. La técnica de glaseado le permitió lograr un acabado brillante y profundo que influiría en generaciones de ilustradores y artistas de fantasía.
No hay artistas relacionados