
Artista
Pablo Picasso
1881–1973
Movimiento
Picasso, con apenas 15 años, aborda uno de los dilemas filosóficos más profundos: cuerpo o alma, ciencia o compasión. Una escena cargada de simbolismo desde el realismo social.
Sobre la ciencia y el alma. Así nos introduce esta obra, que Pablo Picasso presentó con tan solo 15 años para acceder a la Facultad de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid.
Lejos de ser una simple pintura académica, Ciencia y caridad es una profunda reflexión visual sobre la dualidad humana: ¿somos pura materia o hay algo más allá de lo físico? A través de un realismo minucioso, el joven Picasso representa una escena doméstica y trágica: una mujer agonizante asistida por un médico impasible y una monja caritativa que sostiene a un niño. Dos polos enfrentados: el conocimiento científico y la compasión espiritual.
Esta obra no es solo una exhibición de técnica (que la tiene, y mucha), sino también un ensayo pictórico que abre interrogantes filosóficos. ¿Qué pesa más en la existencia: la fría razón o el calor del alma? En ese equilibrio, en esa “balanza humana”, se juega el sentido de la vida y la muerte.
Desde un enfoque casi metafísico, la pintura permite lecturas materialistas (Epicuro, Demócrito) y espiritualistas (Platón, Aristóteles), posicionando a cada figura de la escena como representación de esas corrientes. El médico observa, calcula; la monja consuela, conecta. Y entre ambos, la paciente, la humanidad doliente, que se debate entre cuerpo y alma.
Un Picasso adolescente ya pensaba en grande. Y esta obra lo demuestra: aquí no hay simpleza ni concesiones, solo la potencia de un talento precoz que ya intuía las grandes preguntas del arte y la vida.