
Artista
Pablo Picasso
1881–1973
Movimiento
Un grito visual contra los horrores de la guerra, símbolo del siglo XX y una de las obras más impactantes y universales de la historia del arte.
La esencia misma del siglo XX y sus horrores. Así puede definirse Guernica, una de las obras más emblemáticas del arte moderno y un símbolo global contra la violencia.
Picasso la pintó tras el bombardeo de la ciudad vasca de Guernica por parte de la aviación nazi en abril de 1937, un ataque indiscriminado contra civiles que conmocionó al mundo. El artista, indignado, decidió denunciar visualmente la barbarie, y creó esta obra para el Pabellón de la República Española en la Exposición Internacional de París de ese mismo año.
El lienzo es monumental: casi 4 metros de alto por más de 8 de ancho, y está pintado en blanco y negro para evocar la crudeza de las imágenes de prensa. La escena representa el caos, el sufrimiento y la desolación: mujeres gritando, caballos heridos, soldados muertos, una paloma rota, una bombilla hiriente y un toro impasible entre las ruinas.
Se ha interpretado como una heredera contemporánea del arte de Goya, una especie de Desastres de la guerra moderno. Pero Guernica no se limita a narrar una masacre: la transforma en un símbolo atemporal, en una advertencia.
La famosa anécdota con un oficial nazi que visitó su estudio durante la ocupación de París resume la intención del artista. Al ver una reproducción del cuadro, el militar preguntó:
“¿Esto lo ha hecho usted?”
“No”, respondió Picasso. “Lo han hecho ustedes.”
Aún hoy, Guernica sigue vigente. No solo por lo que representa, sino porque la guerra sigue. Y esta pintura nos sigue mirando, recordándonos que la belleza también puede ser un arma.