
Artista
Albrecht Altdorfer
1480–1538
Movimiento
Con excusa histórica, Altdorfer transforma una batalla épica en un paisaje casi cósmico.
Albrecht Altdorfer convierte la batalla de Alejandro Magno contra Darío en una excusa para mostrarnos uno de los paisajes más sobrecogedores del Renacimiento. Desde una visión cenital casi imposible, representa a miles de figuras en miniatura desplegadas como fichas de ajedrez sobre un tablero cósmico.
Aunque en teoría es una escena histórica, lo que domina es el paisaje: cielos dorados, mares, valles, ríos y hasta las pirámides egipcias se funden en una visión grandiosa, más simbólica que literal. Esta no es una crónica de guerra, sino una fábula visual donde el paisaje es el protagonista absoluto.
Altdorfer, pionero en dignificar el género paisajístico, se adelanta siglos a movimientos como el Romanticismo o el Impresionismo. Con esta obra, la naturaleza ya no es fondo, sino mensaje.
Y por si hiciera falta reforzar la narrativa, el pintor nos deja un estandarte conmemorativo flotando en el cielo, relatando en latín la victoria de Alejandro. Todo es exagerado, teatral, casi mágico: una mezcla única de historia, espiritualidad y arte visual de vanguardia.