
Artista
Pablo Picasso
1881–1973
Movimiento
Una de las obras más representativas del periodo azul de Picasso, en la que el dolor, la miseria y la soledad se tiñen de melancólico azul.
Ejemplo perfecto del periodo azul de Picasso. Así se define La tragedia, una de las pinturas más conmovedoras del joven artista malagueño.
En plena juventud y profundamente afectado por el suicidio de su amigo Carlos Casagemas, Picasso atraviesa una etapa de miseria emocional y económica. Este dolor se plasma en sus obras mediante el uso casi exclusivo del azul, un color que para él capturaba la tristeza, el aislamiento y la pobreza mejor que ningún otro.
La tragedia, pintada en 1903, forma parte de esta serie azul donde las figuras humanas aparecen alargadas y solemnes, inspiradas en el estilo de El Greco. En esta escena, una familia desolada —padre, madre e hijo— parece compartir un destino doloroso e innombrado. La falta de detalles concretos en el entorno potencia una atmósfera opresiva e irreal, que hace que el espectador se centre en lo emocional.
La composición transmite una sensación de soledad colectiva, de tragedia silenciosa y universal. No sabemos qué ha sucedido, pero lo sentimos profundamente. La pintura habla del dolor sin palabras, de la miseria sin mostrar heridas abiertas.
Como recordaba su amigo Sabartés:
“Cree que el Arte es hijo de la Tristeza y del Dolor.”
Y pocas obras como esta lo expresan con tanta elocuencia. Azul, frío y profundamente humano, este cuadro rompe el corazón con su silencio.