Susana y los viejos

Movimiento

Susana y los viejos

Artemisia Gentileschi denuncia el acoso con una de sus primeras obras maestras, basada en el relato bíblico de Susana.

Año 1610

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Con apenas 17 años, Artemisia Gentileschi pintó esta poderosa escena bíblica donde la joven Susana es acechada por dos ancianos. No es una simple lectura religiosa: es una denuncia directa al acoso sexual y a la injusticia, elementos que marcaron profundamente la vida de la artista tras sufrir una violación y un juicio humillante.

En esta composición, Susana muestra con claridad su repulsión, encogida, rodeada, incómoda. No hay erotismo, solo tensión y violencia visual. Artemisia pinta el gesto del rechazo femenino y la amenaza masculina con una expresividad innegable, dando protagonismo a la víctima, algo inusual hasta entonces.

Aunque menos influida por Caravaggio en términos de iluminación, la fuerza emocional y la carga simbólica del cuadro anuncian ya la intensidad narrativa que caracterizará toda la obra de Gentileschi. “Susana y los viejos” es el primer grito pictórico de una mujer que encontró en el arte su venganza y su voz.