
Movimiento
Renacimiento del Norte de Europa
1400–1600
Artista
Maestro del Renacimiento alemán que unió el grabado nórdico con la teoría humanista y la perfección clásica italiana.
1471–1528
Albrecht Dürer, figura central del Renacimiento del Norte de Europa, revolucionó el arte con su dominio del grabado, su enfoque humanista y sus tratados teóricos sobre la proporción y la belleza.
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Albrecht Dürer, nacido en 1471 en Núremberg, es considerado el artista más importante del Renacimiento alemán y una figura esencial para entender el arte del siglo XV en Europa. Su formación inicial como orfebre le proporcionó un dominio técnico excepcional, pero fue en el grabado, el dibujo y la teoría del arte donde alcanzó una maestría insuperable.
Dürer fue un puente entre el mundo flamenco y el humanismo italiano. Influido por los maestros del norte y por sus viajes a Italia, desarrolló un estilo que combinaba la precisión germánica con la sensibilidad clásica. Es autor de tratados fundamentales como los Cuatro libros sobre las proporciones humanas (1528), y sus grabados, reproducidos por toda Europa gracias a la imprenta, alcanzaron una popularidad sin precedentes.
Fue un hombre culto, vinculado a la élite intelectual de su tiempo, y dejó una abundante documentación sobre su vida y pensamiento. Su aspecto cuidado y su espíritu renacentista se reflejan en sus múltiples autorretratos, algunos con una iconografía que recuerda a Cristo, y en su correspondencia íntima que ha despertado interpretaciones sobre su posible bisexualidad.
Dürer murió en 1528, dejando una profunda huella tanto en la teoría como en la práctica del arte occidental. Sus últimas palabras fueron: «Qué es o sea la belleza, lo ignoro. Nadie puede saberlo, sino Dios».
Dürer vivió durante la transición del Gótico tardío al Renacimiento en Europa del Norte. En esta época, la invención de la imprenta, el auge del humanismo y los contactos artísticos con Italia transformaron la producción y circulación del arte. Alemania, aún fragmentada políticamente, fue un núcleo de innovación técnica y teórica.
Sus primeras influencias vinieron del arte flamenco y el oficio de la orfebrería. Más tarde, en sus viajes a Italia, se empapó del Renacimiento clásico y del pensamiento humanista. Artistas como Mantegna, Bellini y Leonardo le marcaron profundamente, aunque su estilo se mantuvo fiel a la intensidad expresiva del norte europeo.
Dürer combinó la minuciosidad del grabado nórdico con la perspectiva, la proporción y el ideal de belleza del Renacimiento italiano. Su obra destaca por su precisión técnica, su carga simbólica y su profundidad teórica. Tanto en sus retratos como en sus composiciones religiosas o mitológicas, hay un equilibrio entre ciencia, fe y arte.