
Movimiento
Rococó
1730–1770
Artista
William Hogarth transformó el arte británico con sus grabados narrativos y sátiras mordaces, convirtiéndose en pionero del cómic moderno y defensor temprano del derecho de autor en las artes visuales.
1697–1764
William Hogarth, pionero de la sátira visual y del cómic narrativo, retrató con mordacidad la hipocresía de la sociedad inglesa del siglo XVIII, anticipando tanto el arte político como el derecho de autor moderno.
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William Hogarth, nacido en Londres en 1697, fue uno de los artistas más innovadores del siglo XVIII británico. Pintor, grabador y humorista gráfico, se convirtió en el gran cronista satírico de la sociedad inglesa, reflejando sus excesos, hipocresías y miserias con una mezcla de crítica feroz y agudeza narrativa.
De origen humilde, se formó como grabador y rápidamente se hizo un nombre por sus caricaturas satíricas, que abordaban desde el vicio público hasta las costumbres privadas. Fue miembro del club artístico Rose and Crown y participó activamente en la vida cultural londinense.
Su serie de grabados conocida como Masquerades (1724) denunció las “locuras contemporáneas”, y sus imágenes circularon masivamente. Muchas de ellas provocaron controversias por su tono obsceno o su crítica al poder. Hogarth fue también pionero en la defensa del derecho de autor para los artistas visuales, impulsando la primera ley de copyright en su campo: la “Ley de Hogarth”.
Además de sus grabados, pintó al óleo retratos, escenas bíblicas y cuadros con gran carga narrativa. Su estilo se considera precursor del cómic moderno y su influencia se extiende incluso al cine, como lo demuestra el caso de Barry Lyndon de Stanley Kubrick, inspirado visualmente en su obra.
Hogarth vivió en pleno siglo XVIII, en una Inglaterra que se transformaba política, social y económicamente. Su obra es testimonio crítico de una sociedad marcada por la doble moral, el auge del capitalismo y las tensiones entre clases. En este entorno, el arte satírico encontró su mejor expresión.
Aunque formado en la tradición pictórica británica y europea, Hogarth encontró su verdadera voz en el grabado y la caricatura. Fue influido por el arte flamenco y por la pintura moralizante, pero dotó a sus obras de una narrativa moderna que lo convirtió en un artista sin precedentes.
Su estilo combina la observación aguda del costumbrismo con una narrativa visual clara, rica en detalles y simbolismo. La sátira y el humor negro son sus armas para exponer los defectos de su tiempo. En sus grabados, cada personaje y objeto tiene una función crítica o simbólica.