La fábula

Movimiento

La fábula

Un joven, un mono y una vela encendida… ¿una alegoría críptica o un viaje en el tiempo?

Año 1580

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Hay quien aún insiste en que El Greco tenía un defecto visual. Otros dicen que se le fue la cabeza. Pero si algo demuestra este cuadro es que, si acaso, El Greco veía demasiado bien. En pleno 1580, se permitió el lujo de anticipar siglos enteros de arte moderno con una escena cuya interpretación sigue siendo un enigma.

Un joven sopla un tizón para encender una vela. A su lado, un mono encadenado repite el gesto. Al otro, un hombre sonríe con extrañeza. ¿Un símbolo de la imitación humana? ¿Una alegoría sobre la sabiduría y la ignorancia? ¿Una fábula que aún no entendemos?

Las pinceladas sueltas, la vibración cromática, la atmósfera surreal… todo parece un viaje en el tiempo al expresionismo o incluso al arte contemporáneo.

Este no es el Greco místico. Es el Greco en modo experimental. Un cuadro que demuestra por qué los grandes artistas no necesitan ser comprendidos por sus contemporáneos: pintan para los que vendrán.