
Movimiento
Manierismo
1550–1610
Artista
Pintor místico y manierista que unió lo bizantino, veneciano y español en un estilo expresivo, espiritual y precursor del arte moderno.
1541–1614
El Greco, pintor de origen griego afincado en España, fusionó la tradición bizantina con el Renacimiento y el manierismo italiano, dando lugar a un estilo místico, expresionista y adelantado a su tiempo.
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Domenicos Theotocopoulos, conocido universalmente como El Greco, fue un artista singular que fusionó la tradición tardo-bizantina de su Creta natal con las influencias del Renacimiento italiano y la espiritualidad española del siglo XVI. Su pintura, profundamente expresiva, distorsionada y mística, lo posiciona como uno de los grandes precursores del arte moderno.
Tras una formación como pintor de iconos, El Greco viajó a Italia, donde absorbió la riqueza técnica de la pintura veneciana y el manierismo romano. A partir de 1577 se instaló en España, primero en Madrid y luego en Toledo, donde desarrolló su obra más representativa y personal.
En vida, El Greco fue considerado un personaje excéntrico, tanto por su actitud como por el estilo radical de su pintura. A pesar de las críticas que recibió de parte de los teóricos más conservadores de la Contrarreforma, gozó del favor de ciertos círculos intelectuales. Luchó por elevar el estatus del pintor, y dejó una huella profunda en el arte español, siendo considerado un antecedente directo de Velázquez.
Olvidado durante siglos, fue redescubierto por los románticos y luego por los expresionistas, quienes vieron en él un espíritu afín: subjetivo, emocional, rebelde ante la mímesis, y con una visión espiritual e inquietante del mundo.
El Greco vivió durante el auge del manierismo, en una Europa dividida por la Reforma protestante y la Contrarreforma católica. En este marco, su obra en España se desarrolló en un entorno de intensa religiosidad y rígido control eclesiástico, al que su arte respondió con una expresividad única y transgresora.
Su formación comenzó con el arte bizantino en Creta, luego se nutrió de la pintura veneciana de Tiziano y Tintoretto, y del manierismo italiano. Pero su estilo evolucionó hacia una originalidad absoluta, marcada por la espiritualidad española y una interpretación radicalmente personal del arte sacro.
El estilo de El Greco es profundamente manierista: figuras alargadas, composiciones dramáticas, colores vibrantes y atmósferas sobrenaturales. Su visión no era naturalista, sino espiritual, buscando conmover más que representar fielmente la realidad. Fue pionero en expresar la emoción interior del sujeto a través del lenguaje pictórico.