
Movimiento
Cinquecento
1530–1600
Artista
Pietro Torrigiano fue un escultor florentino del Renacimiento cuyo genio artístico y temperamento lo llevaron del círculo de Miguel Ángel al exilio, dejando un legado expresivo y trágico en Europa y España.
1472–1528
Pietro Torrigiano, escultor florentino del Cinquecento, llevó el manierismo italiano a Europa con una fuerza expresiva singular, destacando por su virtuosismo técnico y una vida marcada por el exilio, el genio y la tragedia.
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Pietro di Torrigiano, nacido en Florencia en 1472, fue un escultor excepcional que encarnó el espíritu apasionado y turbulento del Renacimiento. Se formó en el círculo de Lorenzo de Médici, donde compartió formación con figuras como Miguel Ángel. Sin embargo, una disputa violenta con este último —a quien rompió la nariz de un puñetazo— marcó su vida. Este incidente lo forzó a exiliarse de Florencia.
Torrigiano canalizó su temperamento irascible en un arte de gran fuerza emocional y técnica. Su capacidad para trabajar con diversos materiales como piedra, madera y estuco era admirable. Viajó por Europa trabajando para importantes figuras como Enrique VIII y miembros de la realeza flamenca, llevando consigo el influjo del manierismo italiano.
Finalmente se estableció en el sur de España, donde dejó una profunda huella en la escultura religiosa, especialmente en Sevilla y Granada. Su influencia perduró en artistas posteriores como Juan Martínez Montañés. Su muerte fue tan intensa como su vida: condenado por la Inquisición por destruir una Virgen que él mismo había esculpido, murió de inanición en la prisión del Castillo de San Jorge en Sevilla.
Torrigiano vivió en pleno Cinquecento, durante la consolidación del Renacimiento en Italia y su expansión por Europa. Fue una época de tensiones religiosas, surgimiento del manierismo y auge del mecenazgo artístico en las cortes europeas.
Formado en el entorno florentino y vinculado a figuras como Miguel Ángel y Lorenzo de Médici, su arte asimiló tanto la potencia expresiva del alto Renacimiento como los rasgos emergentes del manierismo. También influyó en la tradición escultórica española posterior.
Torrigiano combinó una ejecución técnica impecable con una carga emocional intensa. Su estilo, directo y vigoroso, reflejaba tanto el clasicismo renacentista como un dramatismo anticipatorio del barroco. La expresividad de sus figuras lo distingue como un artista adelantado a su tiempo.