
Movimiento
Cinquecento
1530–1600
Artista
Rafael Sanzio fue un maestro del Alto Renacimiento que elevó la pintura a la perfección clásica con composiciones armoniosas, técnica impecable y una influencia inmortal en la historia del arte.
1483–1520
Figura esencial del Alto Renacimiento, Rafael Sanzio destacó por su perfección técnica, sensibilidad estética y elegancia, consolidándose como uno de los grandes genios de la historia del arte.
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Raffaello Sanzio fue uno de los más talentosos artistas del Alto Renacimiento y uno de los pilares del Cinquecento. Reconocido por la perfección, la elegancia y la armonía de su pintura, su legado lo posiciona como un genio absoluto en la historia del arte.
Desde niño mostró un talento excepcional. Superó pronto a sus maestros y a los 25 años ya trabajaba en el Vaticano, donde pintó sus famosos frescos de las Estancias Vaticanas, incluyendo la monumental Escuela de Atenas.
Rafael no solo revolucionó el arte por su técnica, sino que también transformó la percepción social del pintor. Fue de los primeros en firmar sus obras, dignificando el oficio. Carismático y generoso, ayudaba a artistas necesitados, dirigía un taller con decenas de aprendices, y era admirado tanto por su humanidad como por su talento.
Conocido por su vida intensa y sus numerosas aventuras amorosas, Rafael murió a los 37 años tras una noche de excesos, debilitado por la fiebre y el tratamiento médico inadecuado de la época. Falleció un Viernes Santo, el mismo día de su cumpleaños.
Rafael vivió durante el apogeo del Renacimiento italiano, en una época donde las artes eran impulsadas por mecenas como los papas, los Medici y las cortes italianas. La competencia artística era intensa, con figuras como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel entre sus contemporáneos.
Fue influido por Perugino en sus inicios, y más tarde por Leonardo y Miguel Ángel. Sin embargo, Rafael logró sintetizar lo mejor de sus contemporáneos en un estilo propio, equilibrado, claro y profundamente humano.
Rafael dominó la composición, la anatomía y el uso del color con una perfección clásica. Su estilo destaca por la serenidad, el idealismo, la precisión espacial y la gracia de las figuras. Fue un maestro tanto en pintura religiosa como en retrato y decoración monumental.